La esperada Sentencia de la Manada es una nueva INjusticia Patriarcal.

Como organización de Mujeres la Federación Asociaciones de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual y de Género Famuvi – Stop Violencia Sexual, quiere expresar su máxima indignación por una Sentencia insultante para todas las mujeres y doblemente humillante para las Víctimas de Violencia Sexual.

¿Consideran que no hay violencia ni intimidación en una violación en grupo?
Hace más de 25 años que la Federación de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual y de Género ofrece asistencia jurídica a las Víctimas. Ni la violencia ni la intimidación en los delitos de agresion sexual han de ser de tal grado que presenten un carácter irresistible o invencible, basta que sean suficientes para paralizar o inhibir la voluntad de resistencia de la víctima.

Con Sentencias como esta no hay protección a la víctima! No hay justicia!
Estamos hartas de que nuestra libertad y sexualidad se pongan en entredicho. No vamos a tolerar la INjusticia ante las agresiones sexuales. Alzaremos la voz y la calle será nuestra!!!

Federación de Asociaciones de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual y de Género-FAMUVI

 

El Instituto Andaluz de la Mujer publica el interesante estudio cualitativo de la socióloga Carmen Ruiz Repullo sobre la violencia de género en adolescentes. Se trata de un trabajo imprescindible para llegar a la raíz de la violencia de género y atajarla desde edades tempranas.

Podéis descargaros el estudio completo en nuestra sección de documentación:

https://stopviolenciasexual.org/wp-content/uploads/2017/08/voces-tras-los-datos.-instituto-andaluz-de-la-mujer.pdf

Nota de Prensa Congreso de los Diputados

31/05/2017

El Pleno del Congreso de los Diputados decide hoy, al término del debate y votación del dictamen del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017, sobre la petición de prorrogar, hasta el 16 de junio, el plazo para la subcomisión del Pacto de Estado contra la violencia de género.

Esta subcomisión nació el pasado mes de febrero con el objeto elaborar un informe en el que se identificarán y analizarán los problemas que impiden avanzar en la erradicación de las diferentes formas de violencia de género, y que contendrá un conjunto de propuestas de actuación entre las que se incluirán específicamente las principales reformas que deberán acometerse para dar cumplimiento efectivo a ese fin, así como a las recomendaciones de los organismos internacionales, ONU y Convenio de Estambul.
Para la realización del mencionado estudio, la Subcomisión recabar la información y documentación que precise de las Administraciones Públicas competentes, la comparecencia de miembros de las Administraciones Públicas ante la misma, así como de las autoridades y funcionarios públicos y la de todos los agentes del sector, asociaciones y organizacionescompetentes en la materia, que permitan a la Subcomisión evaluar globalmente las posibles medidas a plantear en el informe final.

A finales de mayo se juntan dos fechas importantes en el calendario de acción:

  • El 23 es el día internacional para la erradicación de la fístula obstétrica
  • El 28 es el día internacional de acción por la Salud de las mujeres

Por eso, en este post queremos visibilizar los problemas de salud que afectan a las mujeres y cómo se tratan, desde una perspectiva generalizada.

La salud de las mujeres es una cuestión que no suele figurar como prioridad ni en España ni en muchos otros países vecinos, y menos aún en países donde la renta per cápita es inferior a la media europea. Sólo parece estar en la agenda política cuando se trata de controlar, cuestionar o reducir el cuerpo y la sexualidad de las mujeres. Buen ejemplo de ello ha sido la reforma del aborto que ha querido llevar a cabo el exministro Gallardón en la anterior legislatura.

 

Desde hace siglos, con el diagnóstico de la histeria, una enfermedad que afirmaba que la locura estaba directamente relacionada con el útero, hasta hace unos meses, cuando salía la noticia de se descartaba un anticonceptivo masculino por causar los mismo efectos secundarios que la píldora, pasando por el tardío descubrimiento del clítoris, la invisibilización de la violencia obstétrica o las enfermedades que más sufren las mujeres donde menos investigación existe, el campo de la salud ha sido, y sigue siendo territorio patriarcal.

Las mujeres tienen mayor esperanza de vida que los hombres, en la mayoría de países, pero según diversos estudios, tienen peor salud. Solemos padecer enfermedades crónicas, discapacidades y diversos desórdenes psicológicos en mayor grado que nuestros compañeros varones. Muchas veces esto se explica por los hábitos generados por comportamientos de género. Por ejemplo, los hombres, que suelen tener que demostrar más su virilidad fuman, beben alcohol y tienen conductas temerarias en la carretera, lo que explica que muchos de ellos padezcan enfermedades pulmonares, del hígado y accidentes que les pueden quitar la vida. En cambio, las mujeres suelen tener hábitos de vida más saludables, pero las barreras laborales a las que se enfrenta, el trabajo repetitivo de muchas mujeres sobre quienes recaen las cargas domésticas y la segregación tienen incidencia directa en su salud.

Por otro lado, tradicionalmente se asumía que los resultados de los estudios realizados y probados en hombres se podían extrapolar a las mujeres, cuando esto no es así. Afortunadamente de un tiempo a esta parte, en algunos ámbitos de la ciencia se empieza a incluir el factor de género y de clase social y a examinar qué relación tiene con la salud.

La Encuesta Nacional de Salud empezó, desde hace unos años, a separar las enfermedades por sexos y se pueden observar muchas diferencias, no solo en el tipo de enfermedad, sino también en sus síntomas.

Por eso, el próximo lunes es importante aprovechar para denunciar esta invisibilización y desconocimiento, así como reclamar conciencia y actuación a los gobiernos y actores implicados para que la salud de las mujeres salga del olvido y sea una prioridad en la agenda política de los gobiernos.

El equipo de Stop Violencia Sexual está encantado de compartir contigo esta nueva vía para enseñarte como puedes ayudarnos a recaudar fondos.

 

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Equipo Stop Violencia Sexual

En los estudios de género, charlas, artículos, ponencias y diferentes actividades que se realizan con perspectiva de género, se emplean a veces términos que conviene aclarar, pues no siempre son tan obvios, ni claros para todas las personas que los escuchan por primera vez. Por este motivo, hoy hablaremos del techo de cristal.

 

¿Qué es el techo de cristal?

Se suele utilizar el término techo de cristal para referirnos a la limitación del ascenso y crecimiento profesional de las mujeres en el seno de las diferentes organizaciones. Dicho de otro modo, es un techo que limita sus carreras profesionales, y que, se vale de mecanismos indirectos para perpetuar las desigualdades de las mujeres, siendo difícil de traspasar y que nos impide seguir avanzando. Se suele decir que es invisible porque no existen leyes ni dispositivos sociales que regulen para impedir que existan estas limitaciones explícitas en el desarrollo profesional de las mujeres.

El término fue utilizado por primera vez en 1986, en un artículo del Wall Street Journal donde se describían las barreras invisibles a las que se tienen que enfrentar las mujeres laboralmente y que les impide avanzar en las jerarquías empresariales, a pesar de dichas empresas contaran con mujeres cualificadas entre su personal.

¿Por qué es tan difícil de detectar?

Como mencionábamos anteriormente, se ha elegido un techo de cristal para señalar que es invisible, que no resulta sencillo de detectar, porque los motivos se justifican bajo otros muchos factores. Estos son algunos:

Embarazo y Maternidad:

Este es una de las grandes razones por las que las mujeres no consiguen promocionar profesionalmente, ya que el embarazo y la maternidad exige actualmente (desde un punto de vista social) mucha dedicación de la madre. Esto es, muchas mujeres, bien por obligación, Porque la persona con la que tendrían que compartirlo, el progenitor, no comparte las tareas de cuidado del hijo o de la hija, bien por convencimiento propio (esto es muy discutible, ya que las elecciones personales, se basan siempre en una educación que está influida por unos valores sociales determinados), piden una reducción de jornada. En el sistema capitalista esto es sinónimo de priorizar tu vida personal, y por lo tanto una de las mayores trabas para acceder a puestos de dirección.

Horas extras:

Para demostrar que una persona está realmente comprometida con su trabajo, a veces no solo basta con cumplir con los objetivos, sino que hay que hacer algunas horas extras. Bien se quedándote a terminar un informe para mañana a primera hora, bien sea para salir a jugar al fútbol o de cañas con los compañeros y los jefes después del trabajo, a menudo, las promociones no solo se consiguen cumpliendo con lo que se espera de ti.

Lamentablemente, hoy en día las tareas de cuidados y los trabajos del hogar siguen siendo responsabilidad de las mujeres en la mayoría de los casos. En el estudio que lanzaban el Club de las Malas Madres en febrero, se decía que “la mujer también es la principal responsable de las tareas no visibles ni cuantificables del hogar en el 54% de los casos, frente al 17% de los hombres. Además, en aquellos hogares donde las mujeres aportan la misma cantidad que sus parejas a la economía familiar, el 45% de las mujeres asume la responsabilidad en las tareas doméstico-familiares, frente al 9% de sus parejas.”

Está claro que, si somos parte de unos de esos dos porcentajes mayoritarios, será mucho más difícil echar horas extras o incluso participar en las diferentes actividades fuera del horario de trabajo.

Otros motivos:

Además de lo mencionado en los puntos anteriores, las mujeres también tenemos que luchar muchas veces contra los juicios de valor que juegan en nuestra contra. Para los hombres, el espíritu emprendedor, el coraje y la tenacidad son cualidades que se trabajan socialmente desde la más tierna infancia y en la mayor parte de los casos. Mientras que a nosotras se nos pone mucho más en cuestión a la hora de demostrar las mismas cualidades. Por otro lado, el sistema capitalista, ha relegado las tareas y concepciones tradicionalmente relacionadas con lo femenino al ámbito doméstico y gratuito, por lo que cuando nos encontramos en una esfera pública, es habitual que nos cuestionemos y limitemos personalmente.

Esto solo son algunos ejemplos puntuales de porqué las mujeres se tienen que enfrentar a este techo de cristal, pero la lista es larga y como vemos la mano del patriarcado tiene muchas garras por lo que hay que estar muy atentas e intentar combatirla en todos los ámbitos. Y demandar políticas feministas que garanticen la eliminación de aquellos elementos que, directa o indirectamente siguen haciendo que no podamos llegar a donde podamos y a donde queramos profesional y laboralmente, por el hecho de ser mujeres.

 

 

Cada día el feminismo está más presente en nuestro día a día y por ello somos muchas las que vamos siendo cada vez más conscientes de las prácticas machistas conscientes o inconscientes que nos rodean. Es lo que solemos denominar micromachismos y que se denuncian cada vez con mayor frecuencia sobre todo mediante las redes sociales y los medios de comunicación. Estas prácticas no suelen ser actos aislados, sino que siguen un patrón de comportamiento al que vamos poco a poco acuñando términos diferentes. Hemos recogido algunos a continuación:

Mansplaining

Del inglés “man” (hombre) y “explaining” (explicar). Se refiere a aquellas prácticas en las que un sujeto varón se dedica a explicarle a una mujer, un concepto obvio, como si no fuese capaz de comprenderlo por ella misma o considerando que se lo tiene que explicar de forma paternalista como si fuera una niña. Se basa en suposiciones sexistas que dan por sentado que la capacidad intelectual y la cultural de un hombre es generalmente mayor que la de las mujeres.

Hacer luz de gas o gaslighting

Hace referencia a una forma de abuso psicológico que consiste en tergiversar la información con el objetivo de que la víctima dude de su propia memoria, de su visión y de su cordura, en los casos más extremos. Se realiza cuando el abusador niega simplemente o falsea eventos ocurridos o incluso inventando situaciones que no ocurrieron con el objetivo de desorientar a la víctima. Aunque no sea un término exclusivo de abuso sexista, es una práctica ampliamente utilizada por los abusadores en dinámicas de violencia machista.

Bropriating

Del inglés “bro” (diminutivo de brother que significa hermano, colega) y “appropriating” (apropiarse). Se trata de la práctica por la que los hombres se llevan el rédito por logros de mujeres. Un excelente caso de esto es la teoría de la relatividad de Eintein que muchos investigadores sospechan que podría estar fundada en principios matemáticos de su mujer Mileva Maric.

Manterrupting

Del inglés “man” (hombre) y “interrupt” (interrumpir). Este término describe el comportamiento machista que consiste en interrumpir a las mujeres cuando están hablando por razón de su género. Se fundamenta en la creencia de que las mujeres no tienen tanto conocimiento y/o cultura como los varones y que por lo tanto resulta más interesante o relevante los aportes de un hombre.

Manspreading

Del inglés “man” (hombre) y “spread” (expandirse). Este anglicismo se refiere a la práctica de algunos hombres de sentarse invadiendo el espacio de las mujeres que tienen al lado en el transporte público abriendo mucho las piernas.

Después de varias denuncias mediáticas, algunas empresas de transporte público, como el metro de Nueva York, hizo una campaña para pedir a sus viajeros que optaran por posiciones respetuosas.

 

 

Estos son solo algunos términos que recogen prácticas cotidianas machistas, pero si conoces más te animamos a que las compartas con nosotras para publicarlas, porque lo que no tiene nombre, no se puede denunciar.

En noviembre de 2015, una escuela australiana ofrecía por primera vez una asignatura optativa sobre feminismo, un hito en la historia de la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres. Hoy hablamos de cómo ha surgido la idea y como se está implantando.

¿Cómo empezó todo?

El Colectivo Feminista Fitzroy empezó en un club de lectura, cuando entraron en un debate sobre la violencia a las mujeres que cometían los personajes del libro que acababan de leer e inevitablemente llevaron este debate a la realidad de muchas mujeres de hoy en día. Tras muchas charlas decidieron que la mejor manera de acabar con el problema era concienciando a los más jóvenes, así que se pusieron manos a la obra y abrieron una campaña de financiación colectiva, con el que pretendían disponer de los recursos suficientes para un currículo académico de una asignatura. El objetivo era aplicarlo en las aulas.

Un currículo académico feminista

El temario elaborado con perspectiva de género aborda diferentes aspectos con los que pretende crear conciencia en los jóvenes sobre la opresión de las mujeres. En este sentido, se incluye la noción de género y el papel del feminismo en la desigualdad. También abordan el tema de la objetivación y la hipersexualización de la mujer, algo cada vez más presente entre los jóvenes australianos y europeos.

Y, por otro lado, también se habla de lenguaje machista con lo que se pretende incentivar el debate sobre la imagen personal de las mujeres.

Después del éxito del curso anterior, Briony O’ Keefee, profesora de esta asignatura declaró en varios medios que hay cada vez más hombres y mujeres que desean unirse a este curso. La importancia de esta asignatura radica en el gran impacto que entre los jóvenes de entre 16 a 25 años que son los más proclives a fomentar actitudes que apoyen la violencia machista.

La importancia de la educación en la percepción del mundo

Actualmente nuestros hijos e hijas crecen en una sociedad que sigue tratando a ambos sexos de manera diferente. Así, mientras que los juguetes para niños incentivan la imaginación, la aventura, el riesgo e incluso la violencia y la competitividad, a las niñas se les reserva el rol de los cuidados y de protección. Estos estereotipos construyen el binomio femenino vs masculino al que se le van atribuyendo diferentes cualidades a lo largo de los años.

Pues bien, cuando se enseña con una perspectiva de género, uno de los objetivos consiste en tratar de eliminar estos estereotipos para que cada niño y niña pueda no sólo ver a los demás sin prejuicios, sino buscar un desarrollo personal con el que se sienta a gusto. Esta es una cuestión clave esencial en la erradicación de la violencia de género.

Actualmente, numerosas personas con formación de género han aplaudido la iniciativa añadiendo que su la inclusión de una asignatura feminista en los colegios en otros países ayudaría a construir relaciones más igualitarias entre ambos sexos.

Desde Stop Violencia Sexual condenamos la nueva canción de Maluma. Hace unos días surgió una polémica en torno a una canción que comenzaba a expandirse como la pólvora entre las redes sociales. El autor, un joven de apenas 22 años nacido en Medellín (Colombia) cuenta no sólo con un reconocimiento por un amplio sector de la población juvenil, sino que, además, ha formado parte como jurado en alguno de los concursos para examinar el talento de los chicos y chicas cuyo sueño es convertirse en cantantes. Podemos decir que además de un personaje público es una persona que tiene mucha influencia entre jóvenes y adolescentes, sobre todo.

No es la primera vez que vemos a personas de mucho éxito y con mayor influencia entre el grueso de la población reproducen un modelo basado en los roles de género más tradicionales reproduciendo modelos de relaciones machistas. Pero en este caso, Maluma ha sido noticia fuera de su círculo porque en su última canción hace apología de la violencia contra las mujeres.

La indecente canción

La canción que ha saltado a la fama dice cosas como: “Siempre me dan lo que quiero. Chingan cuando yo les digo. Ninguna me pone, pero», o «Ya no se ni con cual quedarme y es que todas maman bien, todas me lo hacen bien», la canción cuenta con un videoclip en el que los hombres aparecen como auténticos gánsteres (con dudoso estilo para seleccionar su atuendo incluido) y las mujeres se presentan como meros objetos sexuales que están al servicio de sus amos y señores. Por si la letra no estaba lo suficientemente clara, las imágenes dejan bien claro el grado de misoginia que presenta la canción sin ningún tipo de vergüenza por parte del cantante principal y de los “secuaces” que le acompañan.

El reconocimiento público

Seguramente lo más llamativo y lamentable de esta historia no queda solamente en que un chico de 22 años aún considere a las mujeres como meros objetos de su propiedad con lo que puede hacer lo que él quiera. Es aún más alarmante, si cabe, la actitud de las autoridades públicas y de los responsables de la promoción de esta canción permitiendo que este tipo de cantantes y canciones se promocionen de forma pública entre los adolescentes transmitiendo mensajes que fomentan la desigualdad de las mujeres ampliando aún más la brecha de género existente entre los mismos.

Lo que nos toca hacer como prevención

Visto, una vez más, el nulo posicionamiento por la igualdad de la cadena Telecinco y de los integrantes del concurso La Voz, con Jesús Vázquez, Melendi, Alejandro Sanz, Malú y Manuel Carrasco a la cabeza desde los colectivos y asociaciones que buscamos una sociedad con mayor justicia y equidad no podemos parar ni un solo segundo en nuestra lucha diaria. Para empezar, se ha abierto en Change, tenéis aquí el enlace, una petición para la retirada de la canción y el videoclip que trata de forma tan denigrante a las mujeres. Y para seguir, debemos seguir avanzando juntas en el reconocimiento de las actitudes machistas que en pleno siglo XXI sigue sucediendo a lo largo y ancho del mundo. No debemos permitir ni un segundo más que estas actitudes se escondan bajo la manta de la modernidad y la supuesta igualdad social. Sobre todo aquellos mensajes que tienen como público objetivo a chicas y chicos jóvenes, que tienen que contar con otros referentes de relaciones de pareja y relaciones sexuales que no se basen  en la dominación, el control, sino en el mutuo consentimiento ,  el respeto y  la libertad personal de decisión.

-¿Cuáles son las herramientas que existen en España para luchar contra las agresiones sexuales y para las víctimas?

Más que herramientas, hablaría de recursos incluyendo, por un lado, todos aquellos que dependen de instituciones públicas que intervienen cuando se produce una agresión, y la víctima denuncia o acude a un centro médico y, por otro, las asociaciones especializadas en la prevención de la violencia sexual y la atención a víctimas de agresiones sexuales.

Estos recursos existen y funcionan, pero la reducción de la financiación a las asociaciones ha tenido un impacto grave en el trabajo que se realizaba en coordinación con entidades como las asociaciones que componen Stop Violencia Sexual (Federación de Asociaciones de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual y de Género), porque varios motivos: han disminuido los recursos para contar con una formación continua a profesionales que atienden a víctimas de agresiones, es más difícil ejercer labores de coordinación y seguimiento de las actuaciones con mujeres que acudan a denunciar, y, por último, ha disminuido notablemente la presencia en centros educativos en los que se trabajaba la prevención con adolescentes y jóvenes.

-¿Hay un compromiso efectivo por parte del Estado con este tema?

No ha existido ni existe hasta el momento un compromiso efectivo del Estado en materia de violencia sexual. Que sepamos, no ha se han destinado recursos específicos ni se han aumentado partidas para trabajar a nivel de prevención, ni de atención o intervención.

Sí hemos visto como a raíz de las agresiones sexuales denunciadas en Sanfermines, se han puesto en marcha protocolos para actuar durante las fiestas locales y autonómicas desde instituciones y asociaciones feministas y entidades especializadas en esta materia. Pero a día de hoy, seguimos esperando que desde el Estado se actúe con compromiso real contra la violencia sexual, al igual que se hizo en su día con la violencia de género.

-¿Cómo concibe la sociedad las agresiones sexuales? ¿Cuáles son los mitos que siguen permaneciendo en el imaginario colectivo?

Hasta hace muy poco, las agresiones sexuales era un tema del que no se hablaba. En 2004 con la Ley contra la Violencia de Género se consiguió que la violencia machista llegara al debate público. Se visibilizó como problema social y se comenzó una labor de sensibilización a nivel político, social e informativo que aún continúa. Ahora es el momento de hacer lo mismo con la violencia sexual porque de las violencias machistas es la más frecuente pero la menos visible, la que menos se denuncia.

Respecto a los mitos, destacamos dos. El primero: recordar que las agresiones sexuales no se dan exclusivamente durante fiestas locales o regionales, o sólo en verano. La violencia sexual está presente en la vida de las mujeres todos los días del año. Las asociaciones que componen nuestra Federación atienden anualmente a más de 1.000 mujeres que han sufrido algún tipo de agresión sexual. Son mujeres de todas las edades y de todos los perfiles socioeconómicos que acuden a nuestros centros durante todos los días del año.

Segundo mito: diferenciar lo que es violación por “asalto” (por parte de un desconocido) de las agresiones por conocidos de la víctima (violaciones en cita, agresiones en el entorno familiar o laboral, etc) que constituyen entre el 70-75% de los casos que atendemos desde las asociaciones de Stop Violencia Sexual.

-¿Qué esperáis de la nueva legislatura? ¿Qué podría aprobar o poner en marcha el Gobierno que todavía no lo ha hecho?

Esperamos mucho, porque es mucho lo que hay por hacer. La violencia sexual ha comenzado el camino que ya recorrió la violencia de género, saltando de la esfera privada (la no visible) a la pública y política. Las agresiones que han tenido lugar en fiestas, los protocolos que se han llevado a cabo desde organismos locales para prevenirlas son la confirmación de que es un tema que importa, que preocupa, con el que es necesario actuar.

Al igual que hicimos con la violencia de género, las entidades especializadas y organizaciones feministas no vamos a dejar que la violencia sexual vuelva a silenciarse. Y para ello, y en concreto desde nuestra Federación, estamos trabajando para lograr acuerdos a nivel municipal y autonómico para seguir poniendo en marcha proyectos y actuaciones de prevención y asistencia.

Y, por supuesto, vamos a seguir reforzando la coordinación y re-activación de iniciativas como la formación a profesionales del sector sanitario y de las fuerzas policiales, que en la actuación con aquellas mujeres que acuden y denuncian son nuestros mayores aliados. Pero, como siempre, esta labor requiere de un respaldo del ejecutivo y de las fuerzas políticas, y un compromiso real con recursos y financiación. Esto es lo que esperamos y esto es lo que exigiremos.

(Declaraciones para eldiario.es)