Desde hace un par de meses, el movimiento feminista, que se está encargando de visibilizar las mujeres que la historia ha estado invisibilizando, ha estado hablando de Alice Guy, una importantísima figura del cine caída en el olvido hasta hace poco. Hoy vamos a hablar de la fundadora del cine como narración sentando las bases de lo que hoy se conoce como cine de ficción.

Biografía

Alice Guy nació en París, en 1873, pero pasó su infancia entre Francia, Suiza y Chile. En 1894, después de estudiar secretariado, entra a formar parte de la Compañía de General de Fotografía, que luego fue comprada por varias personalidades ilustres para crear la compañía Gaumont. En marzo de 1895, Louise Lumière invitó a Gaumont a una demostración sobre la cámara que había construido, se trataba de un aparato que hacía que las fotos fijas se convirtieran en movimiento, Alice Guy se entusiasmó con la cámara y empezó a pensar cómo podía utilizarla.

Trayectoria

Más tarde, Gaumont perfeccionó la cámara de 60 mm. de los Lumière, sin tener un objetivo claro de para qué. Alice Guy, que en aquel entonces contaba con tan solo 23 años, pensó que debía de romper con la monotonía y que esto podía servir para contar historias, así que manifestó a Gaumont su idea con el objetivo de divertir a potenciales compradores del aparato. La compañía, que no veía grandes proyectos para este nuevo invento le dijo: «Como quieras… no es más que un juguete para niños…», y le dejó que hiciese el trabajo los domingos para no interferir en sus labores de secretaria. Alice Guy realizó la primera película narrativa de la historia del cine: La Fee aux Choux, El hada de los repollos, en 1896, unas semanas antes de que Georges Méliès empezara a rodar.

La idea ha tenido tanto éxito que los equipos de Gaumont empezaron a venderse sin ningún problema, por lo que Alice Guy fue nombrada directora de producción y empezó a rodar proyectos muy ambiciosos. Su gran labor permitió que la nombraran supervisora de los demás directores de la compañía.

Cirugie fin de siècle (1900)

En 1907 se casó con un camarógrafo británico, Herbert Blaché con el que se fue a vivir a EE.UU. y tuvo a su primera hija. Estuvo unos años dedicada a los cuidados familiares, pero enseguida se aburrió y decidió volver a rodar montando su propia compañía «Solax Company», en la que produjo películas de todo tipo: comedias, dramas e incluso westerns. Entre 1910 y 1914 la compañía realizó 325 películas de las cuales 50 fueron dirigidas por Alice Guy. En New Jersey uno de los estudios mejor equipados del mundo donde rodó películas de mucho éxito hasta 1920. Se estima que rodó unas 1000 películas de todo tipo.

A partir de la década de 1920 Hollywood ya era demasiado poderoso como para competir con él y Guy empezó a trabajar para empresas más grandes, pero su incursión en el mundo del cine independiente no tuvo éxito. Su compañía fue a la ruina y lo mismo ocurrió con su matrimonio.

En 1922 regresó a Francia, nunca pudo volver al cine, ya no había hueco para ella (lo mismo le ocurrió a Méliès y demás pioneros del séptimo arte). En 1964 volvió a EE. UU con sus hijas, para recuperar sus películas. Fue a la Biblioteca del Congreso y a otros archivos de cine y filmotecas, pero no encontró casi ninguna de sus películas, de hecho, las pocas que encontró aparecían con el nombre de sus compañeros.

En 1949, con 76 años Alice Guy volvió a París, donde la Cinemateca le rindió un gran homenaje por ser la primera mujer directora de cine en el mundo, no la primera persona en dirigir una película en el mundo. Más tarde recibió las insignias de Chevalier de la Legión de Honor.

Alice Guy, murió en New Jersey, tenía 95 años y ningún periódico se hizo eco de su fallecimiento.

Hitos de Alice Guy

Alice Guy no solo fue la primera persona en dirigir una película, sino que durante los años en los que estuvo dedicada al cine, no dejó de innovar. Así, fue la primera en usar grabaciones con un gramófono al mismo tiempo que las imágenes, produjo una de las primeras películas en color, fue la primera persona en utilizar efectos especiales, la doble exposición del negativo, las técnicas de retoque, la cámara lenta y rápida, y el movimiento hacia atrás.

Dirigió, produjo y supervisó más de 600 películas, y aunque no hay datos concretos, algunos expertos afirman que podría haber más de 100 películas que llevan su sello. Tocó todos los géneros fílmicos: cuentos de hadas, parábolas religiosas, comedias románticas o películas policíacas. Fue la primera persona que dirigió una película donde todos los protagonistas eran negros, en 1912, se llamaba Un tonto y su dinero. Tuvo un papel importantísimo en la producción de las primeras películas sonoras. Fue propietaria y directora de su propio estudio de cine, de hecho, es hasta hoy la única mujer que ha dirigido su propio estudio.

Sin duda, Alice Guy merece que la historia le devuelva el lugar que merece.

La historia de los grandes descubrimientos está siempre relacionada con algún nombre masculino y en el terreno de las ciencias también es así. De esta forma cuando pensamos en la teoría de la relatividad pensamos automáticamente en Albert Einstein, cuando en esta teoría la mano de una mujer fue de vital importancia: se llamaba Mileva Maric y hoy le rendimos homenaje con este artículo.

Primeros años

Mileva Maric nació en 1875 en el seno de una familia acomodadas de la ciudad de Titel, que en aquel entonces formaba parte del Imperio Austrohúngaro y hoy en día se encuentra en Serbia. A los diez años comienza sus estudios en un colegio para niñas y continúa sus estudios en el instituto Sremska Mitrovica que disponía de un fabuloso laboratorio de Física y Química. En 1890 se gradúa en Física y Química con la mayor calificación, lo que le permite ingresar como estudiante privada en el Colegio Real de Zagreb, un centro donde sólo se admitían hombres. Seis años más tarde se traslada a Suiza a estudiar Física y matemáticas en el Instituto Politécnico de Zúrich.

Su vida en Suiza

Mileva Maric era la quinta mujer en ingresar en el Instituto Politécnico de Zúrich, uno de los raros centros europeos de enseñanza superior que admitía mujeres y la única de su clase que solo tenía once alumnos, entre los cuales se encontraba Albert Einstein con quien comenzó una relación sentimental.

Era una estudiante muy reservada y con una autoestima muy baja, que se refugiaba en los estudios donde destacaba por su brillantez. En 1901 se queda embarazada de Einstein sin estar casados por lo que no puede terminar sus estudios y se queda a las puertas de realizar un doctorado. Va a dar a luz a Serbia y da a la niña en adopción. Einstein y Maric contraen matrimonio en 1903 y un año más tarde tienen un nuevo hijo. Ella decide sacrificar su carrera profesional por cuidar de su hijo. Hasta entonces había desarrollado investigaciones sobre la teoría de los números, cálculo diferencial e integral, funciones elípticas, teoría del calor y electrodinámica.

La teoría de la relatividad

«Hace poco hemos terminado un trabajo muy importante que hará mundialmente famoso a mi marido». Son las palabras que la matemática escribía a una amiga antes de que se publicasen los artículos que hicieron de Albert Einstein el científico más popular del siglo XX. Además, en la década de 1980, se publicaron unas cartas del científico a su mujer donde se refería a “nuestro trabajo” y “nuestra investigación”.

Aunque no hay pruebas suficientes, según declara la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, para afirmar que Mileva Maric hubiera participado en la teoría de la relatividad, tampoco hay pruebas suficientes para negar que así haya sucedido. Según el físico Evan Harris la teoría especial de la relatividad formulada en 1905, que constituye el inicio de la general elaborada en 1916, está basada en «la tesis que Mileva escribió y presentó a supervisión, cuando estudiaba en Zúrich».

Durante sus estudios siempre han trabajado juntos y se ha dicho que a Einstein no se le daban demasiado bien las matemáticas, en cambio Maric era brillante en matemáticas, por lo que muchos estudiosos creen que ha sido ella quien ha traducido los pensamientos del alemán en fórmulas matemáticas.

Por otro lado, Maric pasó un semestre en Alemania, en la Universidad de Heidelberg, donde fue alumna del Premio Nobel Phillip Lenard, pionero en el estudio del efecto fotoeléctrico. Einstein no estuvo estudiando esta materia, sin embargo, recibió el premio Nobel por los artículos que publicó donde demostraba sus descubrimientos sobre el efecto fotoeléctrico.

Desde la muerte del prestigioso científico en 1955, hasta 1980 no se ha podido publicar nada sobre Mileva Maric que incluyese palabras textuales de Einstein.

Fama de Einstein

Además de supuestamente colaborar con su marido, Mileva Maric, se dedica al hogar y al cuidado de los hijos de ambos y poco antes de su divorcio en 1914, Einstein le escribe una carta a su esposa con algunas condiciones para continuar con su matrimonio. En ella se puede leer: «tendrás que encargarte de que mi ropa esté ordenada; de que se me sirvan tres comidas al día en mi habitación» o «renunciarás a toda relación personal conmigo, excepto cuando lo requieran las apariencias sociales y no esperarás ningún afecto de mi parte». Según algunos estudiosos este es el momento en que él empieza a hacerse famoso por lo que la ve como la madre de sus hijos y ya no como su compañera, ni la trata como una igual.

Sea como sea, la coautoría sigue estando discutida y no hay ninguna conclusión que pueda afirmarse como verdadera, pero lo cierto es que a Mileva Maric, el hecho de ser mujer le truncó su carrera como matemática. Esta es otra figura a la que la historia ha invisibilizado.

Cuando se visita la biblioteca de Alejandría hoy en día, lo hacemos con una mirada al pasado y con mucha tristeza de que este emblemático lugar dedicado a la sabiduría se haya perdido. Hoy en día, los homenajes que encontramos en el actual edificio corresponden todos con grandes figuras del conocimiento egipcio y son TODOS HOMBRES. Pero cuando una feminista visita la biblioteca, además de consultar la sección sobre ensayo feminista, recuerda a Hypatia, la maestra de la ciencia y por eso hoy queremos recordar este gran personaje de la historia antigua.

Hipatia nació en el siglo IV, en Alejandría en el seno de una familia que pertenecía a la aristocracia griega. Su padre y maestro Teón, matemático y astrónomo, la introdujo en el estudio de las matemáticas y llegaron incluso a trabajar juntos preparando textos para alumnos. A pesar de la poca documentación que existe sobre Hipatia, es una de las primeras mujeres matemáticas sobre la que se han encontrado fuentes fiables. Estos textos cuentan que no se había conformado con llegar al saber únicamente a través de las matemáticas, como le enseñó su padre, sino que se entregó también a la filosofía.

La escuela de Hipatia

Se sabe de Hipatia que era justa con sus alumnos y que los enseñaba en la racionalidad, además, en la época, la filosofía era una de las ciencias con mayor interés y la filósofa se había convertido en líder de los neoplatónicos en Alejandría, por lo que recibía estudiantes de todas partes y se codeaba con los aristócratas alejandrinos que frecuentaban la antigua Biblioteca de Alejandría. Una persona de una grandísima influencia entre los estudiantes y eruditos de la ciudad conocida en el mundo romano por la actividad intelectual que allí tenía lugar.

Algunos historiadores creen que suscitaba envidias entre el mundo intelectual de la época dentro del círculo de los cristianos más religiosos.

La muerte de Hipatia

Las causas de su muerte no son nada claras. A comienzos del siglo V, Teodosio I el Grande había impuesto el cristianismo en la religión del Estado saqueando lugares emblemáticos del conocimiento, como la biblioteca y obligando a sus ciudadanos a someterse a ella persiguiendo a paganos y herejes. Entre ellos, se encontraban, por supuesto referentes de la filosofía como Hipatia que se vieron sometidos a fuertes presiones para convertirse a la ortodoxia nicena impuesta. Muchos de ellos decidieron convertirse para salvar sus vidas, no así Hipatia, quién decidía ser fiel a su doctrina.

Fue entonces acusada por los cristianos de haber influido en el gobernador para que éste empezara a perseguir a los cristianos. Un grupo de ellos decidió seguirla, la obligaron a bajar de su carruaje para asesinarla, despedazar su cuerpo y quemarlo.

Se conservan muy pocos escritos de Hipatia, de quien se dice que escribió hasta 13 libros sobre matemática y astronomía y varios comentarios de obras de otros autores como su padre o Euclides. Gracias a algunos escritos sobre ella se conoce que fue una mujer inteligente, valiente y fiel a sus principios y que puso su vida en peligro para proteger el saber y la razón por encima de la imposición religiosa y la violencia, aún en un contexto de revuelta.

Hoy en día se recuerda a Hipatia de Alejandría como referente de las ciencias y del saber del mundo antiguo.