Hoy, 6 de febrero es el Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina (MGF), una práctica que sigue afectando a millones de mujeres y niñas, sobre todo de África, Oriente Medio y Asia.

¿Qué es la MGF?

Según la Organización Mundial, en su sección sobre la MGF de la salud se define como “el conjunto de procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos y otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos. No tiene ningún efecto beneficioso para la salud y perjudica de formas muy variadas a las mujeres y niñas.”

Es una práctica que internacionalmente es reconocida como una violación directa de los derechos humanos de mujeres y niñas y es un reflejo de una desigualdad muy arraigada entre sexos que discrimina a las mujeres de forma extrema, afirma el mismo informe. La Organización de las Naciones Unidas así lo reconoció hace un año, en febrero de 2016 e incluyo su erradicación en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030.

¿Dónde se practica?

La MGF es una práctica más frecuente en la zona del Sahel, en África, extendiéndose al este hacia el norte y el sur del continente y llegando a Oriente Medio y Asia. De esta misma forma, también suele ocurrir entre migrantes provenientes de esas áreas por lo que llega a todos los países y representa un problema internacional.

¿Por qué se realiza?

Cuando hablamos de los motivos por los que las comunidades practican la MGF, los argumentos suelen ser diferentes de una zona a otra, aunque las respuestas suelen recoger la tradición, la religión y demás factores socioculturales de las comunidades. Estos son algunos de los más frecuentes:

– Se trata de una norma necesaria para la aceptación en la comunidad.

– Suele considerarse parte de la iniciación a la vida adulta.

– Es considerado como un símbolo de “purificación” y vida sexual aceptable, con el fin de garantizar la virginidad hasta el matrimonio y la fidelidad.

– Aunque no hay escritos religiosos que lo apoyen, hay quienes creen que se trata de un mandato de la religión.

– Imposición de líderes religiosos o de las estructuras de poder.

Las complicaciones para la salud pueden ser mortales. Así van desde el trauma hasta la hemorragia, pasando por diferentes dolores y complicaciones, menstruales, en el parto, en la práctica de relaciones sexuales. Muchas de las niñas y mujeres que sufren estas consecuencias se encuentran lejos de los hospitales por lo que las muertes por hemorragias son muchas.

¿A cuántas mujeres y niñas afecta?

Las cifras no son fáciles de calcular y solamente hay estimaciones de las víctimas de estas prácticas. Actualmente según diferentes informes las mujeres y niñas que han sufrido MGF son entre 120 y 200 millones, pero se cree que estas cifras podrían estar aumentando debido al incremento de la población mundial que es especialmente problemático en los países donde se realiza esta práctica.

UNICEF estima que en la próxima década unos 30 millones de niñas podrían correr el riesgo de sufrir esta práctica.

Lucha contra la MGF

La comunidad internacional se ha posicionado en multitud de ocasiones en contra de esta práctica, ya que atenta directamente contra los derechos humanos. Siguiendo esta tendencia, muchos países han legislado para prohibir estas prácticas ancestrales, estableciendo leyes y sanciones severas. Aunque esto no garantiza que se erradique, ofrece una protección y un marco legal desde el que actuar.

Además de la ilegalización, es importante destacar la importancia de la visibilización de la MGF y la concienciación de sus terribles consecuencias para modificar estas creencias y conseguir que las mujeres y niñas de hoy y del futuro crezcan en libertad.

 

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