Hace unas semanas nos contactaron de un medio para recoger datos con el objetivo que redactar un artículo cobre el acoso sexual en el trabajo, podéis leer el artículo en este enlace. Pues bien, después de contestar una serie de preguntas para el reportaje, hemos querido elaborar un post sobre algunas dinámicas en las que se ven envueltas las personas que sufren acoso laboral y ofrecer algunas recomendaciones que pueden ayudar.

¿Qué se considera acoso?

En España, la legislación afirma que comete este delito el que solicite favores de naturaleza sexual para sí o para un tercero, en el ámbito de una relación laboral, docente o de prestación de servicios, siempre que con tal comportamiento provoque en la víctima una situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante.

La pena será superior si, para cometer el delito, el culpable se aprovecha de una situación de superioridad laboral, docente o jerárquica o lo hace con el anuncio expreso o tácito de causar a la víctima un mal relacionado con las legítimas expectativas que ésta puede tener en el ámbito de esta relación.

Igualmente, la pena se incrementa si la víctima es una persona especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o situación.

Lo que no siempre resulta fácil de demostrar es el carácter objetivo de la intimidación. Pero de manera general hay acoso sexual cuando hay intención de intimidar y no de halagar. Aunque no todo es fácil de denunciar, ya que al tratarse de la intención y de producirse generalmente en entornos privados o de subordinación, las personas que padecen este tipo de acoso tienen miedo de denunciar.

En una sentencia del año 2007 vemos: “Desde el momento en que el empleado o subordinado no expresa su aceptación, la reiteración del superior jerárquico se convierte en acoso, dada la relación jerárquica entre ambos, que seguramente impide al subordinado plantear la negativa en la forma en que la plantearía si estuviese a su mismo nivel”.

Síntomas que ayudan a detectar una situación de acoso

Aunque no siempre resulta sencillo detectar que alguna compañera está siendo víctima de este tipo de delitos, ya que la sintomatología puede variar dependiendo de factores como la situación emocional, la relación con el acosador o el tipo de acoso, entre otros, es conveniente recordar los síntomas son similares a los que sufren las víctimas de una agresión sexual. Así, encontramos que es muy habitual que las mujeres empiecen a cuestionarse a sí mismas y a su comportamiento pensando que pueden ser ellas quienes están provocando la situación, cambiando su forma de vestir, siendo muy cautelosas en su manera de relacionarse, etc. Se puede dar una sintomatología ansiosa depresiva y de evitación del trabajo, especialmente del encuentro con el individuo, lo que a veces resulta en una bajada del rendimiento laboral.

¿Cómo denunciarlo?

Desde las diferentes asociaciones que conforman la federación ofrecemos asistencia psicológica y jurídica para enfrentarse a este tipo de casos, puedes ponerte en contacto con la que tengas más cerca.

Nuestra tarea principal es que identifiquen el problema y dejen de culpabilizarse a sí mismas. También les ofrecemos una serie de pautas para que lo puedan afrontar.

¿Cuáles son las causas por las que se pierden estos juicios?

Principalmente por falta de pruebas. Salvo en aquellos casos que son muy evidentes, en el acoso entran en juego dinámicas muy sutiles, y esto es precisamente lo que resulta más complicad de demostrar.

La mayoría de las veces solo se cuenta con la declaración de la víctima. Y aunque a veces haya testigos, no suele ser frecuente que se presten a declarar, ya que saben que con ello pueden perder su puesto de trabajo, no aprobar el examen… Puede ocurrir que los testigos incluso pueden declarar en contra de la mujer por temor a perder su puesto de trabajo

Aún con todo, en la federación hemos ganado varios casos de acoso, concretamente el último fue de un profesor universitario, al que han declarado culpable y le han apartado por un tiempo de la función pública.

¿Qué consejos se pueden dar?

Depende mucho de la situación en cada caso, las recomendaciones irán orientadas hacia uno u otro lado. Así, por ejemplo, en un entorno donde la víctima se sienta respaldada por el equipo de trabajo, puede optar por contarlo a alguien con quien trabaje o a un/a superior.

Facilita mucho si se pueden recoger pruebas para el juicio, o conseguir que algún testigo declare, pero esto no siempre es evidente, ya que por miedo a posibles futuras represalias, no siempre es posible encontrar a alguien dispuesto a declarar.

Conviene recordar que…

La denuncia es un derecho de la persona, es importante comentarlo porque la empresa tendría que tener un código deontológico para no permitir ninguna discriminación. Es importante que sea el acosador quien abandone su trabajo y no quien sufre el acoso, pero en caso de no funcionar esta vía o aun funcionando, la denuncia es una opción posible para toda mujer que así lo desee. Y si hay represalias de carácter laboral es importante consultar con especialistas en derecho laboral.

En caso de que ya se haya iniciado el procedimiento judicial, es importante que la empresa se implique y que apoye a la/las mujer/es que han denunciado una situación de acoso sexual durante todo el proceso. Para eso necesitamos contar con unos planes de Igualdad eficaces y que amparen a la acosada. Además de sensibilización social para que no se cuestione.

 

 

Hace unos días Francia lanzaba un vídeo para concienciar sobre la brecha salarial donde se mencionaba que las mujeres francesas cobraban un 26% menos que sus compañeros varones, en él se veía a varias mujeres explicándole a su compañero todas las trabas que impedían que su carrera profesional avanzase y, por supuesto, el permiso de maternidad y paternidad estaba entre las primeras causas.

En España, la situación es similar ya que muchas mujeres ven impedimentos laborales y tienen muchas veces que elegir entre su carrera y los cuidados que les quieren dar a sus hijos. Para conocer un poco más acerca de los diferentes modelos de permisos de maternidad y paternidad, vamos a conocer algunas leyes en vigor en el resto de países. Pero antes de empezar os dejamos este mapa elaborado por la OIT para sobre la cantidad de días a los que tienen derecho los padres cuando nace un hijo o una hija:

Como vemos destacan los países nórdicos y el Reino Unido que son donde los permisos parentales son más largos. Pero hay diferentes modelos se aplicación. Así, por ejemplo, Suecia, que es el país con los permisos más largos (hasta 480 compartidos entre madre y padre) obliga a estos últimos a tomarse 60 días mínimo, más 10 días después del nacimiento, pero cuantos más días se tome el padre y menos diferencia haya entre los que se toma la madre y el padre mayores facilidades debe concederle la empresa. Un modelo similar aplica Noruega con un máximo de 392 días. En Finlandia se reservan 105 días para la madre y 18 para el padre a los que luego se suman 158 días a repartir entre ambos. En Reino Unido, a pesar de tener 273 días para la madre, los padres tienen derecho a un máximo de 28 días.

Fijándonos en el permiso de paternidad cabe destacar las legislaciones de países como Islandia, Rumanía y Bulgaria. El modelo del primero es de 90 días para cada progenitor, y en el caso del segundo son un máximo de dos años que pueden ser para el padre o para la madre o incluso para alguno de los abuelos que se dedique a la crianza de sus nietos y nietas.

En el otro lado de la balanza encontramos algunos países africanos, algunos países de latino américa, la península arábica y Estados Unidos. En este último, el permiso de maternidad o paternidad (ya que ambos pueden tomarse esos días) es de solo 12 semanas y la madre no recibe ninguna remuneración.

Aquí está el mapa elaborado por la OIT que muestra como la legislación de cada país regula el permiso por paternidad:

España se encuentra entre los países con menos días dentro del marco europeo, con 112 días para la madre (las 10 últimas semanas se pueden compartir con el padre) y 15 días para el padre. Un modelo similar existe en Francia, Holanda, Austria, Letonia, Suiza y Chipre.

Los únicos países con menos días son Bélgica, con 105 días para la madre y 10 para el padre, Eslovenia, con 84 días para la madre y 11 para el padre; y Liechtenstein, con sólo 56 días para la madre.

Alemania tiene 98 días, de los cuales 42 son para antes del parto, pero después del parto pueden pedir una ayuda durante un año por el 67% de su suelo hasta un máximo de 1800 euros que se puede intercambiar con el padre.

En cuanto al padre, los permisos más cortos son los de Holanda y Malta, con sólo 2 días seguidos de Suiza y Turquía con 3 días.

Los permisos de maternidad y paternidad más largos son los de Suecia, con 480 días (16 meses) compartidos entre padre y madre percibiendo el 80% del sueldo hasta los 390 días. Le sigue el modelo noruego con 392 días (56 semanas) al 80 por ciento del salario o 322 días al 100%. El padre tiene derecho a 70 días de ayuda (10 semanas) percibiendo el 100% de su sueldo. La madre debe tomarse 21 días antes del parto obligatoriamente y 42 días después del parto, pero el resto se puede compartir con el padre. De hecho, se suele poner al país nórdico como uno de los modelos de baja de maternidad y paternidad más igualitarios.

En España ocupamos el puesto número ocho con 112 días de baja con el salario íntegro que se puede ampliar a dos semanas más por cada hijo a partir del segundo, si es un parto múltiple o si el bebé nace con algún tipo de discapacidad.

Este derecho se puede repartir con el padre a partir de la 7ª semana. En el caso de él, cuenta con un total de 15 días de baja, 17 para partos múltiples y 20 en caso de familia numerosa.

Hoy en día, muchos colectivos nacionales y algunos partidos políticos platean una reforma de este sistema hacia un modelo más igualitario y con más días de permiso, aunque por ahora sin éxito. Por lo que es conveniente trabajar por un modelo más igualitario e incluso debatir la posibilidad de un permiso de paternidad obligatorio.

Hoy, 22 de febrero es el día por la Igualdad salarial, un día de lucha contra la diferencia entre los salarios de hombres y mujeres.

UGT publicaba esta semana un estudio según el cual, en España, la brecha salarial se sitúa en el 23,25%. Esto quiere decir que las mujeres cobran un 23,25% menos que sus compañeros varones.

Según este gráfico, vemos como la diferencia se ha ido reduciendo desde 1995, pero en 2014 ha vuelto a subir un 0,7%, lo que demuestra que las mujeres son más castigadas que los hombres por la crisis.

¿Por qué?

Este es un tema a menudo debatido entre los diferentes factores de la sociedad, porque a con frecuencia se cuestionan los factores externos y las diferencias personales a la hora de realizar la comparación, por eso se suele hablar de diferencia salarial ajustada y no ajustada.

Diferencia salarial no ajustada

Se calcula sin tener en cuenta criterios de edad, educación, características de los puestos de trabajo, sector de actividad, etc.

De esta manera muchas veces se justifica la brecha salarial con argumentos como que la mujer muchas más veces que los hombres opta por trabajos de media jornada o se decantan por un sector con menor remuneración. Ambas afirmaciones, aunque son ciertas, también forman parte de la lógica patriarcal, ya que las mujeres que muchas veces optan por una reducción de jornada lo hacen para poder cuidar de sus hijos. Por otro lado, las profesiones tradicionalmente ejercidas por mujeres (enseñanza, enfermería, limpieza, etc.) suelen ser menos remuneradas económicamente porque la lógica patriarcal, no premia los cuidados, sino la producción. Pero ese es otro debate.

Diferencia salarial ajustada

Cuando se habla de la brecha salarial, también se habla de la diferencia ajustada, que es aquella que tiene en cuenta diferentes factores para equiparar la labor de una mujer en diferentes sectores con el de sus compañeros de trabajo y la diferencia de suelo.

Aunque en numerosos países las legislaciones obligan a ofrecer el mismo salario por el mismo tipo de trabajo, los hombres, de una manera general, están mucho más acostumbrados a negociar su salario en cuanto les llega la oportunidad.

Por otro lado, los hombres suelen tener menos obligaciones en casa, por lo que pueden asistir a los eventos y encuentros extralaborales, lo que suele habitualmente ofrecer una gran oportunidad de estrechar lazos y hablar de trabajo en un ambiente más distendido y ofrecer mayores posibilidades de promoción.

El techo de cristal

Un buen ejemplo que ilustra de manera práctica el techo de cristal es un estudio, elaborado por la empresa americana Visier, donde se comparaban las diferencias de género en el trabajo.

Aquí se revelaba que, a partir de los 30 años, el porcentaje de las mujeres que ocupaban puestos de gerente o manager se reducía considerablemente con respecto al de sus compañeros masculinos. Así mismo, la reducción de salario acompañaba igualmente esta situación.

En este gráfico vemos como la maternidad es el mayor castigo laboral para las mujeres que muchas veces no pueden compaginar su rol de madre con su carrera profesional.

La penalización de la maternidad

En este sentido el estudio publicado por el Club de las Malas Madres asegura que “la corresponsabilidad está lejos de ser una realidad”. Según este documento El 58% de las mujeres renuncia a su carrera profesional cuando se convierten en madres, mientras que en los hombres esta cifra se reduce al 6%. Esto es debido, según aseguran las personas entrevistadas tanto a los referentes sociales que tenemos del hombre y de la mujer (padre y madre), así como a las barreras institucionales y empresariales como las bajas de maternidad o paternidad o los beneficios en el mundo laboral.

 

Se ha preguntado también por el reparto de las tareas y en este sentido, el 45% de las mujeres, que contribuye a la economía familiar de igual manera que sus parejas, declara ser la responsable principal de las tareas dome?stico-familiares. Sólo en el 9% de los casos son los hombres. En el 36% de los casos se gestionan de forma equilibrada. Una realidad que no ayuda a enfrentarse al trabajo de igual manera.

 

Como vemos, muchos son los factores que afectan a la diferencia salarial entre hombres y mujeres y por lo tanto es importante visibilizar el problema, sus causas y luchar contra ello desde diferentes terrenos.

Hoy, 6 de febrero es el Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina (MGF), una práctica que sigue afectando a millones de mujeres y niñas, sobre todo de África, Oriente Medio y Asia.

¿Qué es la MGF?

Según la Organización Mundial, en su sección sobre la MGF de la salud se define como “el conjunto de procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos y otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos. No tiene ningún efecto beneficioso para la salud y perjudica de formas muy variadas a las mujeres y niñas.”

Es una práctica que internacionalmente es reconocida como una violación directa de los derechos humanos de mujeres y niñas y es un reflejo de una desigualdad muy arraigada entre sexos que discrimina a las mujeres de forma extrema, afirma el mismo informe. La Organización de las Naciones Unidas así lo reconoció hace un año, en febrero de 2016 e incluyo su erradicación en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030.

¿Dónde se practica?

La MGF es una práctica más frecuente en la zona del Sahel, en África, extendiéndose al este hacia el norte y el sur del continente y llegando a Oriente Medio y Asia. De esta misma forma, también suele ocurrir entre migrantes provenientes de esas áreas por lo que llega a todos los países y representa un problema internacional.

¿Por qué se realiza?

Cuando hablamos de los motivos por los que las comunidades practican la MGF, los argumentos suelen ser diferentes de una zona a otra, aunque las respuestas suelen recoger la tradición, la religión y demás factores socioculturales de las comunidades. Estos son algunos de los más frecuentes:

– Se trata de una norma necesaria para la aceptación en la comunidad.

– Suele considerarse parte de la iniciación a la vida adulta.

– Es considerado como un símbolo de “purificación” y vida sexual aceptable, con el fin de garantizar la virginidad hasta el matrimonio y la fidelidad.

– Aunque no hay escritos religiosos que lo apoyen, hay quienes creen que se trata de un mandato de la religión.

– Imposición de líderes religiosos o de las estructuras de poder.

Las complicaciones para la salud pueden ser mortales. Así van desde el trauma hasta la hemorragia, pasando por diferentes dolores y complicaciones, menstruales, en el parto, en la práctica de relaciones sexuales. Muchas de las niñas y mujeres que sufren estas consecuencias se encuentran lejos de los hospitales por lo que las muertes por hemorragias son muchas.

¿A cuántas mujeres y niñas afecta?

Las cifras no son fáciles de calcular y solamente hay estimaciones de las víctimas de estas prácticas. Actualmente según diferentes informes las mujeres y niñas que han sufrido MGF son entre 120 y 200 millones, pero se cree que estas cifras podrían estar aumentando debido al incremento de la población mundial que es especialmente problemático en los países donde se realiza esta práctica.

UNICEF estima que en la próxima década unos 30 millones de niñas podrían correr el riesgo de sufrir esta práctica.

Lucha contra la MGF

La comunidad internacional se ha posicionado en multitud de ocasiones en contra de esta práctica, ya que atenta directamente contra los derechos humanos. Siguiendo esta tendencia, muchos países han legislado para prohibir estas prácticas ancestrales, estableciendo leyes y sanciones severas. Aunque esto no garantiza que se erradique, ofrece una protección y un marco legal desde el que actuar.

Además de la ilegalización, es importante destacar la importancia de la visibilización de la MGF y la concienciación de sus terribles consecuencias para modificar estas creencias y conseguir que las mujeres y niñas de hoy y del futuro crezcan en libertad.

 

Artistas, Cantantes, activistas se unieron el pasado sábado 21 de enero en la Marcha de Mujeres en Washington. Esta manifestación se replicó también en numerosas ciudades del resto del país y del mundo.

Convocada un día después de la toma de posesión de Trump como presidente, el mensaje que se quería transmitir era que la resistencia se llevaría a cabo desde el día 1 y que las políticas del nuevo presidente atentan directamente contra las libertades y los derechos conquistados por las mujeres a lo largo de la historia del feminismo.

La convocatoria ha sido un éxito, se estima que en Washington asistieron a la marcha más de medio millón de personas y que a nivel mundial la asistencia fue de más de dos millones de personas, aunque estos datos resultan difíciles de corroborar. Aunque resulte complicado dar cifras exactas, lo cierto es que las redes sociales han dado fe de que se trataba de una protesta con mucho seguimiento, pues los hashtags propuestos por la organización fueron trending topic a lo largo del día en las diferentes ciudades donde estaban convocadas las marchas.

Desde primera hora, la ciudad de Washington estaba colapsada, las estaciones de metro abarrotadas de mujeres y hombres que querían asistir a la marcha batiendo el record de viajeros en un fin de semana.

La manifestación estaba convocada en el capitolio por el National Mall y finalizaría delante del Monumento a Washington, debido a la multitud de asistentes, finalmente se terminó el recorrido en la Elipse, un parque situado al sur de la Casa Blanca.

Por otro lado, el día anterior, se convocaron otras protestas “antiTrump que terminó con más de 200 detenidos y algunos altercados violentos, mientras que el 21 de enero, la Womens March se ha podido finalizar sin incidentes.

La marcha del sábado ha demostrado que las mujeres no vamos a permitir un mínimo recorte en nuestros derechos y que las políticas del siglo XXI deberán incluir el feminismo para conseguir gobernar con apoyo social.

Muchas han sido las celebridades (artistas y activistas) que han subido a la palestra al terminar la marcha para expresar su oposición y las graves consecuencias que pueden tener las políticas conservadoras y misóginas del nuevo presidente. Entre ellas destacamos a Angela Davis que afirmaba que “esta es una marcha de mujeres y esta marcha de mujeres representa la promesa del feminismo en contra del poder dañino de la violencia del estado”.

Desde Stop Violencia Sexual, nos sumamos a las palabras de la activista estadounidense y queremos recalcar la importancia del feminismo en la inclusión de las políticas actuales y en la resistencia cuando haya voluntad de retroceder. Asimismo, vemos ilusionadas como el movimiento está cada día más y más vivo.

¡La lucha sigue!

EP  |  Por Redacción El HuffPost

Publicado: 19/06/2016

Este domingo 19 de junio se celebra por primera vez el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos con el objetivo «de concienciar sobre este flagelo y honrar a las víctimas y los supervivientes» de la violencia sexual en todo el mundo y «rendir homenaje» a los que luchan por erradicar estos crímenes, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que es quien ha fijado este día de alerta, reivindicación y memoria.

El organismo internacional eligió esta fecha hace un año para conmemorar la resolución del Consejo de Seguridad del 19 de junio de 2008 cuando este órgano condenó la violencia sexual como una práctica de guerra y un «impedimento a la construcción de la paz».

La violencia sexual relacionada con los conflictos no sólo abarca las violaciones, la esclavitud sexual o la prostitución forzada sino también los embarazos forzados, la esterilización forzada y cualquier otro acto de grave violencia sexual contra mujeres, hombres o niños con vinculación «directa o indirecta y temporal, geográfica o causal con un conflicto».

En palabras del Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, la violencia sexual es una estrategia deliberada utilizada «para desgarrar el tejido social, controlar e intimidar a las comunidades y expulsar a las personas de sus hogares». A pesar de los «avances claros logrados», Ki-Moon señala que es «sumamente preocupante» su uso como «táctica terrorista» y pide la liberación inmediata de las personas secuestradas, así como «cuidados y apoyo a las que regresen, pues pueden sufrir aislamiento social y depresión», haciendo referencia a las 200 niñas secuestradas en Nigeria por el grupo islamista Boko Haram.

El secretario de la ONU recuerda que los profesionales sobre el terreno estiman que por cada violación denunciada en relación con un conflicto, «hay entre 10 y 20 casos que quedan sin documentar». «Debemos seguir abogando por todos aquellos, mujeres, niñas, hombres y niños, cuyos cuerpos se consideran botín de guerra desde hace ya demasiado tiempo», concluye.

UNA PELEA DEMASIADO VIEJA

La agencia de Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, ONU Mujeres, ha lanzado un mensaje para conmemorar este Día Internacional, donde recuerdan tres «casos históricos» de este año que demuestran que la conexión entre la justicia para las mujeres y su participación y liderazgo directo en asuntos judiciales «dista mucho de ser nueva».

El primer caso tuvo lugar en Guatemala en el mes de febrero cuando un tribunal nacional condenó a dos ex oficiales militares por cometer violencia sexual durante la guerra civil del país. Fue la primera vez en la historia del mundo que un tribunal nacional imputaba cargos de esclavitud sexual durante un conflicto. Un mes después, la Corte Penal Internacional (CPI) dictó su primera condena por delitos sexuales y de género, con un tribunal íntegramente femenino, contra el ex Vicepresidente congoleño Jean-Pierre Bemba. Y en mayo, las Salas Africanas Extraordinarias del Senegal condenaron al ex Presidente del Chad, Hissène Habré, por crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad, que incluían la violación y la esclavitud sexual.

ONU mujeres destaca que estas condenas han sido posibles gracias al grupo de especialistas Justice Rapid Response que trabajan para garantizar que las sobrevivientes de violencia sexual durante los conflictos «reciban un trato digno y que sus voces sean escuchadas para que se haga justicia». A pesar de que la violencia sexual es una realidad generalizada y «devastadora» en demasiados de los conflictos actuales, «es reconfortante comprobar que se están adoptando medidas para garantizar la rendición de cuentas por esos actos».

http://www.huffingtonpost.es/2016/06/19/violencia-sexual-conflictos_n_10556618.html

 

19 AÑOS DE CÁRCEL PARA EL FALSO PASTOR EVANGELISTA POR ABUSAR DE DOS MENORES.

No podrá acercarse en diez años a las víctimas, una de las cuales tuvo un hijo fruto de las relaciones a las fue forzada durante dos años.

EL COMERCIO.ES

OLAYA SUÁREZ

GIJÓN

12 mayo 201602:58

 

Diecinueve años de prisión, 45.000 euros de indemnización y 300 euros mensuales de manutención para el hijo que tuvo con una de las dos menores de las que abusó sexualmente. El falso pastor evangelista Carlos F. R., juzgado el pasado mes de abril en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, ha sido condenado por dos delitos continuados de abusos sexuales. El tribunal considera probado que durante al menos dos años forzó a dos adolescentes en su domicilio de Villaviciosa, donde supuestamente ejercía como pastor de la iglesia Evangélica, aunque nunca llegó a estar reconocido por la congregación.

Además de la pena de prisión, le impone la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de las víctimas y de sus progenitores, así como de comunicarse con ellos por cualquier medio. Deberá, además, abonar las costas derivadas del procedimiento judicial.

Durante su declaración en el juicio, el falso pastor evangélico no negó haber mantenido relaciones sexuales completas con la menor que se quedó embarazada, si bien aseguró en todo momento que se trataba de «relaciones consentidas entre ambos». Acudió a la vista oral arropado por su esposa y su hija, poco mayor que las denunciantes.

Abusó de las dos víctimas cuando tenían 14 y 8 años en su casa de Villaviciosa.

La Audiencia le impone pagar 300 euros al mes al hijo que tuvo con una de las denunciantes.

Pruebas de ADN

Las dos víctimas, naturales de República Dominicana, prefirieron no tener que cruzar la mirada con su presunto agresor y testificaron en la sala de vistas protegidas por un biombo.

Una de las dos adolescente se quedó embarazada en 2012, cuando tenía 14 años. Pese a que el ahora condenado intentó que abortase, siguió adelante con la gestación. El bebé que tuvo no había sido reconocido por Carlos F. R., aunque los análisis de ADN presentados como prueba de cargo durante el juicio le asignan la paternidad y le obligan a aportar una mensualidad de 300 euros en concepto de los gastos derivados de su manutención.

Por los hechos delictivos que afectaron a esta víctima, el tribunal le impone una condena de ocho años de prisión. La pena se eleva a los once años de cárcel en relación a la otra afectada, que empezó a sufrir los abusos con ocho años -una edad con un mayor gravamen penal que marca el límite de los 14-. Ambas estuvieron representadas por la abogada Ana María González, del Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales y Maltrato (Cavasym).

La condena impuesta por la Sección Octava es tres años inferior a los 22 que solicitaba el ministerio fiscal. Sí se ajustan las indemnizaciones (30.000 euros para la menor que se quedó embarazada y 15.000 euros para la otra) y la mensualidad de 300 euros para la manutención del hijo.

Alegó consentimiento

El procesado reiteró en todo momento su inocencia. Su abogado pidió para él la libre absolución alegando que las relaciones habían sido consentidas. De hecho aseguraba tener correos electrónicos en los que la denunciante que tuvo el bebé se mostraba «enamorada del acusado».

El tribunal considera que existen pruebas condenatorias suficientes que demuestran las culpabilidad del individuo que se hacía pasar por pastor evangélico. «Las menores pasaban numerosos fines de semana y periodos vacacionales con el acusado, primero en Siero y luego en Villaviciosa, donde se fue a vivir con su mujer y su hija», señalaba la acusación pública.

Fue durante esas estancias en su domicilio cuando supuestamente el agresor aprovechó para abusar de ellas, después de haberse ganado la confianza de las dos familias. Al parecer, se ofreció a ayudarles y a guiarles espiritualmente para intentar que se adaptasen en un país al que habían viajado para labrar un futuro mejor para sus hijas. Las intenciones eran, de confirmarse la sentencia, bien distintas. La condena podrá ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) en un plazo de cinco días.

http://www.elcomercio.es/gijon/201605/12/anos-carcel-para-falso-20160512002624-v.html