En noviembre de 2015, una escuela australiana ofrecía por primera vez una asignatura optativa sobre feminismo, un hito en la historia de la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres. Hoy hablamos de cómo ha surgido la idea y como se está implantando.

¿Cómo empezó todo?

El Colectivo Feminista Fitzroy empezó en un club de lectura, cuando entraron en un debate sobre la violencia a las mujeres que cometían los personajes del libro que acababan de leer e inevitablemente llevaron este debate a la realidad de muchas mujeres de hoy en día. Tras muchas charlas decidieron que la mejor manera de acabar con el problema era concienciando a los más jóvenes, así que se pusieron manos a la obra y abrieron una campaña de financiación colectiva, con el que pretendían disponer de los recursos suficientes para un currículo académico de una asignatura. El objetivo era aplicarlo en las aulas.

Un currículo académico feminista

El temario elaborado con perspectiva de género aborda diferentes aspectos con los que pretende crear conciencia en los jóvenes sobre la opresión de las mujeres. En este sentido, se incluye la noción de género y el papel del feminismo en la desigualdad. También abordan el tema de la objetivación y la hipersexualización de la mujer, algo cada vez más presente entre los jóvenes australianos y europeos.

Y, por otro lado, también se habla de lenguaje machista con lo que se pretende incentivar el debate sobre la imagen personal de las mujeres.

Después del éxito del curso anterior, Briony O’ Keefee, profesora de esta asignatura declaró en varios medios que hay cada vez más hombres y mujeres que desean unirse a este curso. La importancia de esta asignatura radica en el gran impacto que entre los jóvenes de entre 16 a 25 años que son los más proclives a fomentar actitudes que apoyen la violencia machista.

La importancia de la educación en la percepción del mundo

Actualmente nuestros hijos e hijas crecen en una sociedad que sigue tratando a ambos sexos de manera diferente. Así, mientras que los juguetes para niños incentivan la imaginación, la aventura, el riesgo e incluso la violencia y la competitividad, a las niñas se les reserva el rol de los cuidados y de protección. Estos estereotipos construyen el binomio femenino vs masculino al que se le van atribuyendo diferentes cualidades a lo largo de los años.

Pues bien, cuando se enseña con una perspectiva de género, uno de los objetivos consiste en tratar de eliminar estos estereotipos para que cada niño y niña pueda no sólo ver a los demás sin prejuicios, sino buscar un desarrollo personal con el que se sienta a gusto. Esta es una cuestión clave esencial en la erradicación de la violencia de género.

Actualmente, numerosas personas con formación de género han aplaudido la iniciativa añadiendo que su la inclusión de una asignatura feminista en los colegios en otros países ayudaría a construir relaciones más igualitarias entre ambos sexos.

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